El doctor Marco Vinicio Boza se jubila tras 34 años de servicio en la CCSS
El carismático doctor se acogió a su pensión este miércoles 6 de octubre.
El doctor Marco Vinicio Boza Hernández, quien ha sido uno de los rostros más visibles de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) frente a la emergencia sanitaria de la Covid-19, decidió “colgar la bata” tras más de 30 años como médico en esa institución.
Boza, se ha ganado el cariño y la admiración de los costarricenses por aclarar sus dudas sobre la Covid-19 en los diferentes medios de comunicación del país.
El galeno, quien es especialista en medicina interna y cuidados intensivos aseguró, en entrevista con el periódico La Nación, que aunque llegó a su jubilación “no se quedará quieto”.
“Me queda mucho por hacer. Pienso seguir trabajando como internista en la parte privada, como educador en salud pública, seguir aceptando invitaciones de los medios de comunicación para seguir llevando educación e inspiración a las personas”, declaró al rotativo.
El doctor trabajó 36 años como médico, 34 de ellos para la CCSS. Boza reconoció que estos últimos 19 meses su vida y su trabajo dieron un giro provocado por el “coronafurris” como él llama a la Covid-19. Nada de lo que él y sus compañeros de trabajo habían visto años atrás en cuidados intensivos se comparaba con lo que generó el virus SARS-CoV-2.
“Sí, estábamos acostumbrados a ver casos muy críticos, muy graves, a ver gente morir, pero usualmente era de un 12 %, un 14 %. Con Covid-19 comenzamos a ver que el 50 % de gente que llegaba fallecía. Fue un impacto muy grande”, indicó.
En el diálogo, el galeno recordó el caso de un paciente Covid que lo marcó: “recuerdo a uno, de unos 40 años, joven, sin enfermedades complejas de fondo. Él no se cuidaba, sentía que podía vivir su vida como antes de la pandemia. Él contagió a su mamá y su mamá falleció. Él estaba muy grave. Ambos murieron”, comentó.
Su trayectoria
Boza, es médico internista intensivista. Inició sus estudios gracias a una beca en la Universidad de Costa Rica. Posteriormente se especializó en Japón y en otros países para compartir sus conocimientos en Costa Rica.
La brillante carrera del doctor Marco Vinicio Boza en cuidados intensivos inició en 1985 en el hospital Tony Facio de Limón.
“Al año se decidió implementar una unidad de cuidados intensivos sencilla, con dos camas, para los casos más complicados. Ahí trabajé tres años, luego decidí que quería seguir estudiando y el Calderón Guardia, mi hospital de formación, me acogió para ese proceso”, recordó.
En 1991 volvió a la Unidad de Cuidados Intensivos del hospital de Limón. Ahí lo sorprendió el terremoto del 22 de abril con dos pacientes críticos.
“De lo más difícil que he vivido, porque el hospital quedó muy mal y debíamos ver cómo trasladábamos a esos pacientes”, manifesto.
Luego regresó a San José a formar el hospital universitario de la Universidad de Iberoamérica (Unibe) y después retornó a la que fue su casa hasta el día de ayer, el Hospital Calderón Guardia (HCG).
El doctor Boza formó parte de diferentes comités de emergencia como el de la gripe porcina AH1N1 cuyo impacto en el país no fue tan grave como se pensaba y otras enfermedades que nunca llegaron como la influenza aviar AH5N1 o del ébola.
El médico hace un llamado a los que aún no se han vacunado contra la Covid-19 para que lo hagan “La diferencia entre los vacunados y no vacunados es muy grande”, indicó.
“Yo ya tengo mis dos dosis y estoy a la espera de si me llaman a una tercera para írmela a poner”, finalizó el galeno.