Médicos del HSJD realizan el primer cambio de esófago por intestino delgado en Latinoamérica
La cirugía se prolongó por 12 horas y participaron alrededor de 20 profesionales de diversas disciplinas.
Un joven de 23 años recibió la primera sustitución de esófago por intestino delgado en Latinoamérica. El procedimiento se realizó en el Hospital San Juan De Dios (HSJD) el pasado mes de agosto. La información la dio a conocer la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
La compleja cirugía se prolongó por 12 horas y participaron alrededor de 20 profesionales en diversas disciplinas.
En el histórico procedimiento quirúrgico, liderado por el equipo de cirugía torácica general del centro médico, participaron alrededor de 20 profesionales de diversas disciplinas entre ellos un microcirujano, intensivistas, anestesiólogos y otros.
La CCSS hizo pública la información el pasado 30 de setiembre luego de confirmar la reacción y evolución positiva del paciente, de quien no se reveló la identidad.
El médico Ricardo Alfaro, uno de los cirujanos a cargo de este procedimiento, señaló que tradicionalmente la sustitución esofágica se realiza con el estómago o el colon del paciente, pero en este caso el estómago estaba lesionado e intervenir el colon resultaba inconveniente dadas las características del caso.
El paciente presentaba una afección adquirida (no de nacimiento) en su esófago y estómago, considerada como “irreversible” y “progresiva” y que le impedía comer. “Su calidad de vida no era buena y su futuro era alimentarse por una sonda”, explicó Alfaro.
Por ello, se optó por utilizar el yeyuno (víscera del intestino delgado).
“Lo riesgoso del procedimiento consistía en quitar el esófago y el estómago dañados y en su lugar colocar otro órgano, en este caso un segmento del intestino delgado. Pero para lograrlo se debía además unir los vasos sanguíneos de un órgano con los de otro distinto, algo parecido a un trasplante, y eso era todo un reto. Además de eso hubo que cortar varios fragmentos de la pared torácica y darle continuidad al intestino a nivel abdominal”, contó Alfaro.
La intervención consistía en unir los vasos sanguíneos de un órgano con los de otro distinto, “algo parecido a un trasplante y eso era todo un reto”, añadió. “Además de eso hubo que cortar varios fragmentos de la pared torácica y darle continuidad al intestino a nivel abdominal”.
En un comunicado de prensa, el paciente se mostró satisfecho por su pronta recuperación.
“Poco después de la cirugía comencé a ingerir alimentos y podía tolerarlos bien, pero en muy pocas cantidades (…). Con el paso del tiempo, cada vez iba comiendo un poco más hasta que llegó el momento que podía comer el doble de lo que me servían”, destacó el joven.
También opinó sobre su movilidad. “No puedo hacer un maratón, pero puedo caminar. Todo fue mejorando en muy pocos días, ya puedo caminar a gusto, sin tener que dar pasos lentos”, reconoció el paciente de 23 años.