Conoce el caso de Arne Cheyenne, la historia que inspiró a la película
La cinta se basa en una de las historias más controversiales y aterradoras de Estados Unidos, la cual ocurrió en 1981.
El conjuro 3: el diablo me obligó a hacerlo centrará su trama en uno de los casos más extraños que enfrentaron Ed y Lorraine Warren como espiritistas. La historia se hizo conocida en el año 1981, en Estados Unidos, cuando gran parte de la población de ese país se conmocionó con las repercusiones judiciales que implicaba un evento de posesión demoníaca.
En el largometraje veremos como los investigadores paranormales conocerán a Arne Cheyne Johnson, un hombre acusado de asesinato que alegó en la corte haber sido poseído por un demonio, aunque el inicio de la historia comienza con un niño llamado David Glatzel.
La verdadera historia de Arne Cheyenne
Cheyenne y su pareja Debbie Glatzel vivían en la ciudad de Brookfield, Connecticut. El 16 de febrero de 1981, Arne, Debbie y Alan Bono, compañero de ambos, salieron a tomar unos tragos a un bar local.
Cuando los tres regresaron a casa, Bono tomó a la fuerza a una de las amigas de Debbie. Arne le exigió a Bono que la suelte y a pesar de que la liberó, apuñaló a Alan repetidamente hasta matarlo.
Después del crimen, Arne fue llevado a juicio en noviembre de 1981. Para defenderse, indicó que estaba poseído por un demonio que le obligó a asesinar a Bono. También confesó que no recordaba nada hasta que llegó a la cárcel.
“Cuando llegué al final de las escaleras y fui a abrir la puerta, no recuerdo nada desde ese punto. Lo siguiente que recuerdo es que estaba en la celda de una cárcel y dije: ‘¿Qué está pasando aquí? Y me dicen: ‘Te están acusando de asesinato’, y dije: ‘¿De qué estás hablando?’”.
Aunque se declaró inocente, Arne fue condenado a 20 años de cárcel por asesinato en primer grado. Sin embargo, solo cumplió 5 años de la condena. En 1986, fue liberado por buena conducta.