Limón llora la muerte del pastor Alberto Callimore por causa de la covid-19
“Era más que un pastor, para muchos era como un papá”, indicó allegada al predicador.
La provincia de Limón está de luto. El domingo en horas de la madrugada la covid-19 le arrebató la vida a uno de sus hijos, el reconocido pastor Alberto Callimore.
Desde el momento que se dio a conocer la lamentable noticia, los mensajes de despedida y de fortaleza para la familia del pastor en redes sociales no han parado de publicarse, ya que Callimore se había ganado un lugar en el corazón de cada uno de sus conocidos.
El predicador, de 55 años, estaba casado con Ruth Mitchell con quien dirigía la iglesia Avivamiento y Poder, en Limón. Ambos tenían una hija.
Yaslin Rodríguez, hija espiritual de Callimore, contó a diario La Teja que ha estado muy cerca de la esposa del pastor y de la hija. Aseguró que en medio de tanto dolor, se esfuerzan por aceptar la voluntad de Dios.
Rodríguez contó que el predicador inició a sentir algunos síntomas del virus SARS-CoV-2, como cansancio y dolor de cuerpo, hace aproximadamente 15 días.
“Él siempre fue muy enérgico, pero esos días se empezó a ver más apagado. Tenía dolor de cuerpo como de una gripe normal y ya luego empezó como con un dolor en los ojos y con fiebre”, recordó Yaslin.
La joven aseguró que al principio de la enfermedad, Callimore enfrentaba los síntomas de buena manera, pero todo se complicó cuando empezó a presentar complicaciones respiratorias que lo llevaron a ser internado en el Ceaco el martes 13 de abril.
“Él no se veía mal, ni se sentía muy mal. Siempre fue muy positivo y pensábamos que estaba superando esto. Cuando lo internaron creímos que era algo más que todo preventivo, pero luego todo se complicó. Él se mantuvo en contacto telefónico con nosotros hasta el lunes 19, cuando lo intubaron, lo último que le dijimos es que estábamos esperando que saliera del hospital”, recordó Rodríguez.
El reloj marcaba las primeras horas de este domingo 25 de abril cuando sonó el teléfono de la casa de la familia Callimore Mitchell, eran los funcionarios del Ceaco con malas noticias, el pastor había perdido la batalla contra la covid-19.
Hombre de fe inquebrantable
Alberto Callimore se caracterizaba por siempre escuchar y tener una palabra de aliento para los que se congregaban con él.
“Él era maravilloso, estaba enamorado de su familia y se preocupaba por ser un gran esposo y un excelente papá. Tenía una fe inquebrantable. Era más que un pastor, para muchos era como un papá. Siempre nos hacía reír con sus chistes del Chavo del Ocho, se preocupaba mucho por hacernos crecer en la fe y nos ponía retos en ese sentido. Nunca se quedaba quedito, no cualquiera le podía seguir el ritmo a ese negrito”, contó Rodríguez entre lágrimas.