“No entienden la pandemia porque los muertos no son sus muertos”, dice hermano de orientadora fallecida
Pamela García, quien laboraba como orientadora en el Liceo de Costa Rica, murió por covid-19. Aparentemente se contagió en el centro de estudios.
El miércoles 21 de abril anterior la covid-19 llenó de dolor y tristeza al Liceo de Costa Rica. La orientadora de ese centro educativo, Pamela García Villalobos, falleció a causa de esa enfermedad que ha cobrado la vida de más de 3000 personas en el país.
Pamela tenía 38 años de edad, 16 años siendo educadora y dos trabajando en el Liceo de Costa Rica.
Según contó David García, hermano de la joven a diario La Teja, todo parece indicar que Pamela contrajo el virus en el centro educativo.
“Ella y las compañeras siempre tuvieron temor porque sabían que el estar yendo a trabajar las exponía a contagios. Pamela empezó con síntomas el miércoles después de la Semana Santa, parece que una compañera fue la que le pasó la enfermedad”, contó García.
“Estuvo con diarrea y una tos seca y el viernes 9 de abril fue a que le hicieran la prueba de covid, el sábado 10 le dijeron que era positiva. Ella vivía con mis papás y conmigo, y nos contagió, pero gracias a Dios nosotros hemos estado bien”, agregó David.
Doña Rocío Villalobos, madre de Pamela, asegura que es doloroso ver como el fallecimiento de su hija es visto como un número más.
“He escuchado comentarios que minimizan la muerte de ella, la ven como un número más de la pandemia, pero esa persona que murió era mi hija. Perder a un hijo es casi perderse a uno mismo porque la vida cambia para siempre”, comentó doña Rocío.
Una llamada para decir adiós
Al inicio de la enfermedad, Pamela estaba estable, solo presentaba una tos seca que no la dejaba tranquila, por lo que decidió asistir el viernes 16 de abril al hospital México.
Luego de valorarla, el médico le indicó a la docente que la dejaría internada en cuidados intermedios porque tenía los niveles de oxígeno bajos, pese a que Pamela se sentía bien. Los doctores le empezaron a aplicar medicamentos y la oxigenación subió, explicó David.
“Cuando hablábamos por teléfono a veces sentía el pecho apretado, pero nada grave. Ahí pasó el fin de semana y el lunes 19 llegó un especialista que la examinó y dijo que mejor la iba a pasar a cuidados intensivos para tenerla más vigilada y mejor controlada. El martes estuve hablando con ella y estaba tranquila, como a las 10 de la noche nos dimos las buenas noches, en ese momento me dijo que se sentía algo agitada y yo le dije que mejor le dijera a los médicos”, recordó el familiar.
A las 10:30 p.m. sonó el teléfono de David. Era de parte del hospital México para indicarle que iban a intubar a su hermana, el joven quedó helado con la noticia.
“Me permitieron hablar con ella por teléfono, me dijo que nos amaba y yo le dije que también la amábamos y luego colgamos. A las 12:25 de la madrugada del miércoles llamaron de nuevo del hospital y le dijeron a mi mamá que mi hermana había muerto”, recordó el familiar de Pamela.
“Es algo difícil de creer, ella no estuvo nunca con esos ahogos que describen otras personas, estuvo relativamente bien. Los médicos nos dijeron que la trataron de intubar, pero que el corazón de ella no aguantó”, agregó.
Pamela fue velada durante un par de horas en la funeraria del Magisterio Nacional en San José y luego fue sepultada en el cementerio La Piedad, en Santo Domingo de Heredia.
Una educadora entregada a sus alumnos
Pamela era de esas profesoras con ángel, de las que lo dan todo por sus alumnos.
Siempre les llevaba detalles, cuando iban a enfrentar alguna prueba como los exámenes de bachillerato les llevaba confites con mensajes para motivarlos. Igual cuando los de último año visitaban las ferias vocacionales se esmeraba para que todos disfrutaran el proceso, pero también se enteraran de todo lo que ofrecían las distintas carreras para que los jóvenes tomaran la mejor decisión.
“Es muy duro saber que mi hermana ya no está, ella era una persona única y nosotros, sus familiares, somos los que estamos cargando con el dolor de su pérdida. Mucha gente no entiende la pandemia porque los muertos no son sus muertos, pero cuando lo sean van a experimentar un gran dolor y van a ver todo diferente”, indicó David
“Para mí la vida de una sola persona vale mucho más que el sostener un curso lectivo que en este momento de por sí no está siendo de calidad. El gremio de la educación tiene miedo y debe de hacerse algo para protegerlo”, finalizó el hermano de Pamela.