Ex técnico de River Plate comparó el descenso del equipo con la muerte de su padre
Juan José López: “El descenso es como la pérdida de mi viejo, nunca sentí alivio”.
El entrenador Juan José López, quien dirigía en Argentina a River Plate en su histórico descenso, revivió el duro momento que le tocó atravesar a uno de los clubes más grandes de América.
El ex estratega de River repasó lo sucedido aquel 26 de junio de 2011, sin esquivar su responsabilidad y lanzó un par de frases fuertes.
»Era el entrenador del equipo que se fue al descenso. Te hacen responsable, asumí la responsabilidad. El pibe joven, el que no me vio jugar. El que no sabe que estuve desde los 12 años en River. Ese sí por ahí me dice: ‘Nos mandaste al descenso’. Y el más perjudicado soy yo. El protagonista eran los jugadores, yo y la Junta Directiva. Nadie se quería ir. El que peina canas me dice: «River no venía bien». Me alienta. Siempre salí, no me oculté. River me agarró con experiencia y ya había dirigido varios equipos. Sabía que podía pasar. No había otra alternativa. Passarella buscó técnicos y algunos no quisieron venir. Otros porque estaban trabajando. Yo a River le pongo el hombro en cualquier momento, como en su momento. Sabía que era un momento difícil».
El día del descenso y el penal fallido de Mariano Pavone
«Faltaban 20 minutos y nos cobran un penal. Les veía la cara a los de Belgrano. Si hacíamos ese penal, ya estaba. No lo pudimos hacer. Son las cosas del fútbol. Cuando erró el penal, se hizo un silencio total en la cancha de River. Te entra el frío. Es como en invierno, tenés la calefacción y prendés el aire acondicionado y te quedás durito. Pensaba que le hacíamos dos o tres goles más, pero Olave lo atajó. ¿Sabés lo que me dijo un policía cuando salimos por el medio de River y pasamos por el hall? Estaba con mamparas, arriba había hinchas insultando. Cuando llegamos a la escalera de la concentración me dijo: ‘No lo puedo creer cómo te la bancaste. ¿Cómo te bancaste los insultos y no reaccionaste?’. Yo sabía lo que estaban sufriendo, yo el doble. Y los tengo que entender. Cuando estás en cierta posición, tenés que aceptar la bronca de la gente. No podés pelear. Existe el diálogo y no la violencia. Había cosas que estaban armadas de antemano, con gente que no era hincha de River. Yo lo sé fehacientemente que si íbamos ganando, se armaba una trifulca en la tribuna para que no terminara el partido y de golpe le dieran el partido a Belgrano. Gente de afuera, de los grondonistas que te dije».
El momento después del descenso
«Fuimos todos arriba, a la concentración. Nadie hablaba. Después, cada uno se fue a un cuarto que teníamos. Los jugadores se fueron. Passarella se quedó en el salón. Yo me fui al cuarto y, lo digo con tranquilidad, lloré de bronca, era el club de mi vida y la oportunidad de mi vida. Hubo dos momentos que lloré mucho: cuando perdí a mi viejo y cuando se fue al descenso River. Mi mamá venía con una enfermedad crónica y le pedí a Dios que no sufriera tanto. Lo de mi viejo fue de golpe en el ’74, yo estaba en Primera, estábamos bárbaro, haciendo la casa en Guernica y proyectos para seguir invirtiendo la plata que ganaba en River. Mi viejo era un fuera de serie. Los que dijeron que Passarella me formaba del equipo, depende de la conciencia de ellos. Mi honestidad sigue intacta».
¿Le da alivio el presente de River Plate?
«El descenso es como la pérdida de mi viejo, nunca sentí alivio. Lo tengo presente. En el fondo soy fanático de River y lo disfruto. A Buján lo tuve como jugador, lo llevé a Inferiores a trabajar. En su momento no sabía cómo decirme que lo había llamado Gallardo para ir a Uruguay».