A familia se le quemó la casa en diciembre, pero la ESPH le cobra la luz de enero y febrero
Luego de la emergencia la familia se fue a vivir a Guachipelín de Escazú, pero las facturas por el servicio que no consumieron siguieron llegando.
El 26 de diciembre del año anterior una familia herediana perdió su casa por un incendio. Pese a que desde ese día se trasladaron a vivir a otro sitio, la Empresa de Servicios Públicos de Heredia (ESPH) les siguió facturando el servicio correspondiente a los meses de enero y febrero.
“Me gustaría saber cómo efectúan la lectura de medidores de electricidad. Mi casa se incendió el 26 de diciembre, de noche, y los bomberos cortaron la luz desde la calle para apagar el fuego”, escribió Mayela Roldán Chaves a la sección de Cartas a la Columna del periódico La Nación.
Roldán vivió por 37 años en el inmueble ubicado en Jardines de Santa Lucía, en Barva de Heredia. La casa era habitada por ella, su esposo Jorge Vargas Gutiérrez y la hija de ambos, María Isabel.
Luego de la emergencia, la familia Vargas Roldán se fue a vivir a Guachipelín de Escazú. Informó La Nación.
De acuerdo con la afectada, ellos cancelaron el recibo de luz de diciembre por ¢62.725.
Sin embargo, la familia recibió dos cobros más por parte de la ESPH. Uno por ¢85.903 correspondiente al mes de enero y otro por ¢85.732 de febrero, cuando ya no habitaban la casa.
“¿Cómo realizaron la lectura de un medidor que no está funcionando? No hay electricidad. Quienes se encargan del reporte deberían fijarse mejor”, reclamó Roldán.
La mujer contó que por error pagaron el recibo de enero pensando que era el de diciembre, pero luego verificaron que pagaron por energía que no consumieron y ahora les llegó otro recibo por un servicio que no usaron.
Roldán, contó a La Nación que esta semana volvió a llamar a la ESPH, le solicitaron un número de teléfono para contactarse con ella y enviar un inspector. Aseguró que en ningún momento le dieron respuesta por el pago que hizo en enero, pero sí le ofrecieron una gestión para que no le corten el servicio, un servicio que no usan.
“¿Dígame usted cómo es posible que le digan eso a uno? Yo se lo dije a la persona: ‘mire, ¿usted se da cuenta, por lo que le he dicho, que ya no vivimos ahí hace semanas?’”, dijo Roldán indignada luego de llamar a la empresa.
ESPH: “Era imposible saber que el cliente había sufrido un incendio”
La ESPH, indicó que lamenta la situación y que enviarán un inspector tan pronto sea posible, pero que desean aclarar que para ellos era imposible saber que el cliente había sufrido un incendio ya que desde la acera no se ve la afectación.
La entidad agregó que el lector registró que la pantalla del medidor estaba en 0 y este reportó el requerimiento de cambio de medidor, porque supuso que la casa continuaba habitada y que el aparato estaba dañado.
“No es sino hasta esta semana, dos meses después del evento, que tenemos conocimiento de la situación, y hemos procedido a corregir la factura de febrero y abril una nota de crédito por ¢81.235,22″, indicó.
Ahora la familia Vargas Roldán, podría solicitar suspender el servicio para que evite pagar, incluso, el mínimo de ¢2.156.