El joven desamparadeño que sueña ser el futuro 9 de Liga Deportiva Alajuelense
La Liga Deportiva Alajuelense observó su excelente empeño y sacrificio en cancha y no dudaron en fichar al novel.
Su nombre es Diego Salas, tiene 19 años de edad y es vecino de la localidad josefina de Desamparados, desde que era un niño soñaba en algún momento convertirse en un jugador de fútbol profesional y gracias a sus cualidades futbolísticas y el apoyo de sus padres el novel delantero está comenzando a construir ese anhelo, de la mano de un excelente proyecto, como lo es el Centro de Alto Rendimiento de Liga Deportiva Alajuelense. Pero antes de que el protagonista de esta historia llegase a la institución campeona nacional, Salas tuvo que pasar muchos sacrificios.
Antes de esta emergencia global por el COVID‑19, el atacante se encontraba entrenando con el equipo de alto rendimiento de Guadalupe Futbol Club, sin embargo, con el inicio de esta pandemia la Unión Nacional de Futbol, UNAFUT, decidió suspender de forma indefinida los torneos de niveles inferiores a la Primera División de Futbol Costarricense, exceptuando la Liga de Ascenso. Desde ese momento varios equipos enviaron a sus jugadores de las reservas, en condición a préstamo a cuadros de la Segunda División Nacional y el desamparadeño no fue la excepción.
El histórico Municipal Turrialba le abrió las puertas al joven jugador, debemos destacar, que Diego tuvo las agallas y la valentía de aceptar esta oportunidad, dejando en la capital a sus padres, familia y amigos, sin embargo, una ventaja de este soñador fue que su abuela es vecina de la localidad y su papá, Carlos Salas, también fue jugador de la institución fundada un 28 de septiembre de 1940. En su paso por la “Campiña Azucarera” el graduado del Liceo de San Antonio fue reconvertido por su director técnico a lateral derecho, puesto donde se le vio bien y acumulo una buena cantidad de minutos.
Pero todo cambio gracias a la llamada del papá de un de sus amigos
“Yo llegué a la Liga Deportiva Alajuelense porque en el alto rendimiento andaban buscando un jugador con mis características, entonces se da cuenta un papá de un amigo mío que juega en la Liga, y el me consigue la prueba, el señor se llama Sergio Pastran. El me la consigue con el profe Víctor Badilla, porque como estaban haciendo visorias y yo hablo con el entrenador de ese momento de Turrialba y me dijo que fuera y que no desaprovechara la oportunidad”.
Y le hizo caso a su ex entrenador, ya que, en cuestión de dos días, el departamento de Liga Menor Alajuelense ficho al canterano Guadalupano.
“Yo llegué a la Liga hacer la prueba y no sabía cuánto tiempo me iban a probar, yo lo que le pedí al Municipal Turrialba fue una semana. Yo llegue un lunes y entrene, me dijeron que llegara el martes nuevamente al CAR, llegue, entrene. En eso se me acerco el profe Víctor Badilla y me indico que subiera a las oficinas, subí y me dio la noticia que me quedara en la Liga Deportiva Alajuelense”.
¿Siente que su ligamen con la Liga fue un premio a toda su perseverancia y sacrificio?
“Si claro, para la gente que me conoce saben que yo me esfuerzo al mil por ciento, siempre trato de dar lo mejor de mí, y todo esfuerzo y dedicación se ve reflejado en la cancha, entonces mucho tiene que ver también con el apoyo que me han dado mis papas, ellos siempre me han respaldado, sin el respaldo de ellos sería demasiado difícil y además el apoyo de mis amigos”.
Asimismo, expreso para NCR Noticias que es una bonita experiencia entrenar en el mismo lugar de jugadores de renombre, como Bryan Ruiz, Leonel Moreira y Marcel Hernández.
“Llegar a ver un Bryan Ruiz, un Lionel Moreira y Marcel Hernández es increíble usted no se lo imagina, es una satisfacción muy bonita que a uno lo motiva hacer mejor las cosas, está en uno llegar a ser compañeros de esos jugadores”.
Para finalizar el futbolista de 19 años, quien forma parte del equipo U-20 “Erizo” asevero que también es un sueño hecho realidad el entrenar en el Centro de Alto Rendimiento manudo
“La verdad es una gran satisfacción, yo me acuerdo cuando iba hacia la playa o para alguno de esos lados cercanos al CAR, uno ve esa infraestructura y uno sueña con estar ahí, de pasar de estar en canchas en condiciones deplorables a estar ahí es prácticamente un sueño cumplido más”.