Diputada impulsa proyecto que pretende que los padres eduquen a sus hijos desde el hogar
Con la iniciativa de la legisladora Ivonne Acuña, los alumnos podrán estudiar por su propia cuenta sin estar matriculados en ningún centro educativo.
La diputada independiente Ivonne Acuña Cabrera, impulsa una iniciativa de ley que busca legalizar la «Escuela en el Hogar» en donde los menores de edad realicen los estudios de primaria y secundaria desde su casa por su propia cuenta, sin estar vinculados a un centro educativo.
Acuña, aseguró que la idea surgió tras los hechos ocurridos durante la pandemia por la Covid-19, donde los estudiantes tuvieron que adaptarse a las clases en modalidad virtual debido al confinamiento.
Con esta propuesta, sería el padre de familia o el encargado del menor quien educaría a los estudiantes desde el hogar. Así las cosas, estas personas tendrían el derecho de elegir cuál es el plan de estudios que quiere que su hijo o hija lleve, tiempos de clase, y libros a utilizar.
“El objetivo fundamental de este proyecto es establecer con claridad el marco normativo bajo el cual se puede desarrollar esta actividad educativa y ofrecer tanto a las madres y padres como al propio Estado, la posibilidad de desplegar, de forma libre, sostenible y voluntaria, una modalidad reconocida plenamente en otras partes del mundo, que en todo caso, se han visto obligadas a implementar actualmente, y que en realidad nunca ha estado prohibida, pero sí carente de marco regulatorio de carácter legal”, explica la iniciativa.
Sería el Ministerio de Educación Pública (MEP), el que reglamente y supervise todo lo relativo a la nueva “Modalidad Integral de Educación en el Hogar”. Además tendrá que determinar los procesos, contenidos y mecanismos de evaluación de los estudiantes.
“Los alumnos que opten por adherirse a la Escuela en el Hogar deberán inscribirse anualmente en el registro que la autoridad de aplicación crea para tal fin. Cuando los alumnos sean menores de edad, la inscripción será responsabilidad de sus padres, tutores o representantes legales. Los alumnos inscritos no podrán ser matriculados en ninguna institución oficial mientras se mantengan en esa condición. La condición puede ser revocada en el momento que se acredite mediante proceso administrativo; la falta de cumplimiento de la formación a que se encuentran inscritos”, agrega el documento del proyecto.
Pese a no estar matriculados en ningún centro educativo, los estudiantes realizarían tres convocatorias de exámenes al año: febrero, julio y diciembre y serán evaluados por profesores designados por la autoridad de aplicación.