Repartidor de huevos muere en su cuarto día de trabajo
Hombre fue una de las víctimas en el trágico accidente en Bijagua de Upala.
Minor Bonilla Lezama, de 41 años, uno de los dos fallecidos en el trágico accidente que ocurrió la tarde del lunes 26 de enero en Bijagua de Upala, estaba feliz porque luego de varios meses de estar desempleado por la pandemia logró conseguir trabajo como repartidor de huevos.
En el percance, también falleció la nicaragüense Azucena Robledo González, de 38 años. El suceso ocurrió a las 4:30 p.m. frente al vivero de Ponce.
Agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) informaron que Bonilla y Robledo viajaban en una buseta que iba de Upala hacia Bijagua. A ellos los acompañaba Angélica González, de 54 años, quien quedó prensada y tras ser liberada fue llevada al Hospital de Upala, ella se encuentra en condición estable.
“A un camión que viajaba en sentido contrario y transportaba perling (tubos metálicos) se le reventó una linga y estos cayeron sobre el vehículo donde ellos viajaban”, indicó el OIJ.
Nidia Bonilla, hermana del fallecido, contó que Minor tuvo que reinventarse debido a la afectación por la pandemia.
“Mi hermano era bartender, trabajó muchos años en varios hoteles, pero por la pandemia se quedó sin trabajo, como mucha gente que estaba en turismo. Se puso a hacer muebles de madera con la esposa para tratar de salir adelante, hace cuatro días le dieron este trabajo vendiendo huevos y estaba feliz”, declaró doña Nidia a diario La Teja.
Antes del accidente, don Minor regresaba con sus compañeras de trabajo de repartir sus productos por los alrededores de Liberia y también en Upala.
“Lo que nos dicen es que el camión llevaba la carga amarrada con un plastiquillo que no cumplía con las medidas de seguridad, los tubos se cayeron y mi hermano trató de orillarse, pero no le dio tiempo, atravesaron la buseta, otro carro que venía atrás también resultó afectado, hay varias personas como testigos del accidente”, indicó la hermana del fallecido.
La noticia del fallecimiento de don Minor la recibió su hija mayor, cuando el jefe de Bonilla la llamó pues otro carro de la empresa de huevos andaba cerca del lugar del incidente.
“Nosotros somos 10 hermanos, Minor era el menor, cuando mi sobrina me llamó yo estaba con otras tres de mis hermanas, la última vez que lo vimos fue el 2 de enero, que una hermana cumplió 50 años, ¿quién iba a pensar que sería la última vez?El 11 de enero él me llamó porque había tenía un problemilla y quería que yo supiera que ya todo estaba bien”, comentó la hermana de don Minor.
“Mi rey” o “Tito” como le decían de cariño a don Minor era el sostén de su familia, le sobreviven tres hijos: una joven de 21 años estudiante de microbiología, y otros dos jóvenes de 14 y 17 años.
El vecino de Barrio La Cruz, en Liberia, estaba en unión libre hace 22 años y su mayor anhelo era ver a sus hijos convertidos en profesionales.
Su cuerpo fue velado en la Funeraria del Magisterio en Moracia de Liberia y de acuerdo con sus familiares sus restos serán incinerados y lanzados al mar pues era uno de los lugares que más le encantaba visitar.
“Era un hombre alegre, sin vicios, trabajador, amaba a su familia, yo me voy a encargar de investigar lo que pasó, mis sobrinos se quedaron sin su papá por un descuido, no porque mi hermano provocara este accidente”, concluyó doña Nidia.
Con respecto a Azucena Robledo, se sabe que tenía cédula de residencia y llevaba bastante tiempo en el país trabajando para mantener a sus hijos, su cuerpo será llevado a Nueva Guinea, Nicaragua.