Políticas hostiles a la reducción de daños causados por el tabaco ponen en peligro la salud de millones de personas
Las políticas restrictivas y las campañas antitabaco hostiles, en torno a las nuevas alternativas libres de humo para fumadores, está perjudicando a los fumadores y limitando su acceso a mejores opciones para sustituir los cigarrillos tradicionales.
Actualmente solo 9 de cada 100 fumadores están accediendo a mejores alternativas, como los dispositivos electrónicos sin combustión, debido a esta razón.
Esta es una de las conclusiones del informe “Temas Candentes: El estado mundial de la reducción de los daños causados por el tabaco (GSTHR) 2020 (Burning Issues: The Global State of Tobacco Harm Reduction 2020), de la agencia de salud pública independiente Knowledge Action Change (KAC), con sede en el Reino Unido.
El uso de productos de nicotina más seguros (SNP), incluidos los dispositivos de vapeo (cigarrillos electrónicos), los productos de tabaco calentado (HTP) y el snus oral, ayuda a reducir los daños causados por el humo del cigarrillo, lo que mejora la salud y reduce el número de muertes, señalan los investigadores.
Sin embargo, muchos en el ámbito de la salud y la lucha contra el tabaco a nivel mundial siguen considerando la reducción de los daños causados por el tabaco, entendida como el acceso a información y alternativas de menor riesgo por parte de fumadores que no han podido o no van a dejar el hábito, como una amenaza y no como una oportunidad para la salud pública.
De acuerdo con los autores de Burning Issues, se estima que 98 millones de personas utilizan productos de nicotina más seguros, de los cuales 68 millones son vapeadores, con las mayores poblaciones vapeadores en los EE.UU., China, la Federación de Rusia, el Reino Unido, Francia, Japón, Alemania y México; y 20 millones son usuarios de productos de tabaco calentado (HTP), cuyos usuarios se encuentran en su mayoría en Japón, donde las ventas de cigarrillos han disminuido en 32% desde 2016, cuando se lanzaron los HTP.
Estas cifras demuestran no solo la magnitud de la acogida y la aceptación de estos productos por parte de los consumidores como alternativas al tabaco combustible, sino que existe una necesidad urgente de aumentar la reducción de los daños causados por el tabaco si se quiere alcanzar todo su potencial en materia de salud pública.
“Apoyamos la aplicación de políticas públicas que tengan como objetivo la reducción del número de enfermedades y muertes relacionadas con el tabaco y el rol que pueden desempeñar los productos libres de humo en la salud de los fumadores; en este sentido, los consumidores debemos ser parte integrante de la elaboración y aplicación de esas políticas públicas, las cuales en ningún momento deben apoyarse en acciones tan perjudiciales como la aplicación de nuevos impuestos.”, comentó Erick Ulate, Presidente de la Asociación Consumidores de Costa Rica.
Políticas deben incluir rol de productos libres de humo
La Asociación Internacional para el Control del Tabaquismo y la Reducción de Daños (SCOHRE, por sus siglás en inglés), que agrupa a expertos independientes en el control del tabaquismo y la reducción de daños, señala que científicos de todo el mundo creen que las estrategias de control del tabaquismo deben reformarse para incluir la reducción de los daños mediante el uso de productos alternativos de menor riesgo potencial, además de otras medidas tradicionales para dejar de fumar y de prevención del tabaquismo.
Konstantinos Farsalinos, Profesor Adjunto de la Universidad Rey Abdulaziz, Arabia Saudita, señala que “SCOHRE tiene la ambición de llenar el vacío entre el control del tabaquismo y la reducción de los daños causados por el tabaco. Se trata de estrategias complementarias, no contradictorias, y deben combinarse para lograr el máximo en la reducción de la prevalencia del tabaquismo a nivel mundial. La combinación de las medidas convencionales de control del tabaquismo y la reducción de los daños causados por el tabaco ofrece una oportunidad única de reducir la morbilidad y la mortalidad relacionadas con el tabaquismo”.
En los últimos años, más autoridades reguladoras están considerando la posibilidad de permitir la venta de productos de tabaco alternativos de menor riesgo con información precisa. Sin embargo, se requiere establecer un diálogo constructivo para discutir las preocupaciones y los desafíos, así como aprovechar los sólidos conocimientos especializados que ya existen en muchos países.